Viviendo en Cristo
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.- Gálatas 2:20
Una profunda reflexión sobre la vida en Cristo. Nos recuerda que hemos sido unidos con Cristo en Su muerte y resurrección. Nuestra antigua naturaleza pecaminosa ha sido crucificada con Él, y en lugar de vivir para nuestros deseos y ambiciones egoístas, ahora vivimos para Él.
Cuando entregamos nuestras vidas a Cristo, permitimos que Él habite en nosotros y guíe nuestros pasos. Ya no somos esclavos del pecado ni estamos sujetos a sus cadenas. En cambio, nos encontramos libres para vivir en la plenitud de la fe, confiando en el Hijo de Dios que nos amó lo suficiente como para entregarse por nosotros en la cruz.
Nuestra identidad y propósito, nuestra vida ya no es nuestra propia, sino que es un reflejo de la vida de Cristo en nosotros. Cada día es una oportunidad para vivir en la fe, caminando en la luz de Su amor y sacrificio. Al rendirnos a Él y permitir que Su Espíritu nos guíe, encontramos significado y dirección en medio de los desafíos de la vida.
Así que, mientras enfrentamos nuestras luchas diarias, recordemos que no estamos solos. Cristo vive en nosotros, fortaleciéndonos, guiándonos y dándonos la esperanza que necesitamos. Un recordatorio constante de nuestra nueva vida en Cristo y de la transformación que Él obra en nosotros a medida que seguimos adelante en fe y amor.
Bendiciones
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